Construir una marca o mantenerla viva no es una tarea fácil. Por eso, es importante darse a la tarea de conocer desde un comienzo cuáles son los tropezones más frecuentes que pueden llegar a entorpecer la conexión con el público objetivo.
Cuando se piensa en el branding, la tipografía blanca y roja de Coca Cola, la paloma de Nike y las tres líneas de Adidas vienen a la mente.
Al tener un negocio pequeño, es difícil imaginar el nivel de inversión que han hecho estas icónicas marcas y tomar así la iniciativa para la propia empresa.
Es realmente más fácil hacerlo que imaginarlo.
De acuerdo con Emprendedores News, es importante evitar algunas trampas y errores en el camino:
1. No entender el poder de la marca
Desde el punto de vista de la relación con el cliente, tener una marca fuerte es obviamente ventajoso. Por ejemplo, cuando la gente piensa en la compra de zapatos online, piensa en Zappos. Es esencial tener ese tipo de relación inmediata y definitiva con los compradores.
Definir la marca es valioso desde el punto de vista de un SEO. Es algo así como un secreto a voces en el que a Google le gusta dar prioridad a los listados de la marca en sus resultados de búsqueda orgánica, ya que los visitantes son más propensos a hacer clic en ellos. Entre más clics se tenga, quiere decir que se tienen más clientes felices, lo que significa que enfocarse en la construcción de la marca puede llevar a un tráfico inesperado en la web y a beneficios de sensibilización.
2. Olvidar establecer directrices de marcas definidas
Se sabe que una compañía puede desarrollar una marca, pero ¿qué significa realmente esto? Cuando se crea la identidad de una emoresa, se quieren establecer guías definidas que cubran los siguientes elementos (así como otros que sean relevantes en tu campo). Aquí hay algunos puntos a considerar:
– Logotipo (hacer un logo en general encierra los usos de la compañía para productos individuales).
– Los colores de la marca.
– Frases comerciales.
– Tipo de letra y tipografía.
– La «voz» utilizada en los productos de tu marca.
– Imágenes.
– Mascotas y portavoces.
3. Complicar a la marca
Es bueno echar un vistazo al clásico logotipo de Coca Cola y fijarse cómo ha cambiado desde que se empezó a usar en 1887. Mientras que el tipo de letra ha variado un poco, el look original está intacto después de 127 años de servicio.
Los negocios pequeños pueden aprender una lección de este gigante de la industria en bebidas. Al iniciar el proceso de branding, puede ser tentador adherir más variables de las que se necesitan. Pero el logo no requiere seis colores diferentes y no precisa tener seis elementos gráficos individuales para representar las diferentes armas del negocio.
Tener elementos simples y limpios hace más probable que éstos sean reconocidos y recordados por los clientes, por lo que evita complicar excesivamente los elementos de marca de la empresa.
4. Caer en una trampa vaga de branding
No hay que ir en dirección opuesta y crear directrices de marca y elementos que no revelen nada de la compañía y propuesta de valores.
Daniel Burnstein, director editorial de contenido para Meclabs, llama a este tipo de branding flojo «redacción de fondo de pantalla» o el uso de algo vago y absurdo que se ha repetido tantas veces que ha perdido todo significado.
Así que ¿cuál es la solución? Lenguaje claro, logotipos e imaginación.
5. «Engañar» las directrices de la marca
Creadas las guías de la marca e implementadas a lo largo del material de marketing de la compañía y propiedades online, sería genial usar menos colores fuera de la paleta que se especificasron en el documentación de branding.
Hay que tener en mente que cada vez que se deriven las directrices establecidas, se diluye un poco su poder.
6. No vigilar el uso de la marca.
Hacer e implementar las guías de la marca de un pequeño negocio es solamente la mitad de la batalla.
Hay que ser, además, proactivo al monitorear, teniendo claro dónde y cómo otros están usando los elementos de marca.
Si no, la competencia puede crear un logo que luzca familiar, un sitio de Internet de reseñas usándolo o el socio de la publicación de un anuncio que lo ofrece, pero con los colores equivocados.
7. El pobre despliegue de los cambios de marca
No tiene nada de malo el rebranding. A menos que el enfoque que sea pobre los clientes.
Por lo tanto es importante hacer cambios solamente cuando los beneficios sobrepasan los riesgos de perder un negocio. Si decides hacer alguna alteración, debes educar a tus seguidores en los cambios que estás haciendo.
Mientras que el branding es ciertamente una disciplina, no necesita ser tan complicada. Tener buenas intenciones -y evitar los errores descritos arriba- te ayudarán mucho en su negocio y a tener conexiones vitales con su cliente objetivo.
Al tener un negocio pequeño, es difícil imaginar el nivel de inversión que han hecho estas icónicas marcas y tomar así la iniciativa para la propia empresa.
Es realmente más fácil hacerlo que imaginarlo.
De acuerdo con Emprendedores News, es importante evitar algunas trampas y errores en el camino:
1. No entender el poder de la marca
Desde el punto de vista de la relación con el cliente, tener una marca fuerte es obviamente ventajoso. Por ejemplo, cuando la gente piensa en la compra de zapatos online, piensa en Zappos. Es esencial tener ese tipo de relación inmediata y definitiva con los compradores.
Definir la marca es valioso desde el punto de vista de un SEO. Es algo así como un secreto a voces en el que a Google le gusta dar prioridad a los listados de la marca en sus resultados de búsqueda orgánica, ya que los visitantes son más propensos a hacer clic en ellos. Entre más clics se tenga, quiere decir que se tienen más clientes felices, lo que significa que enfocarse en la construcción de la marca puede llevar a un tráfico inesperado en la web y a beneficios de sensibilización.
2. Olvidar establecer directrices de marcas definidas
Se sabe que una compañía puede desarrollar una marca, pero ¿qué significa realmente esto? Cuando se crea la identidad de una emoresa, se quieren establecer guías definidas que cubran los siguientes elementos (así como otros que sean relevantes en tu campo). Aquí hay algunos puntos a considerar:
– Logotipo (hacer un logo en general encierra los usos de la compañía para productos individuales).
– Los colores de la marca.
– Frases comerciales.
– Tipo de letra y tipografía.
– La «voz» utilizada en los productos de tu marca.
– Imágenes.
– Mascotas y portavoces.
3. Complicar a la marca
Es bueno echar un vistazo al clásico logotipo de Coca Cola y fijarse cómo ha cambiado desde que se empezó a usar en 1887. Mientras que el tipo de letra ha variado un poco, el look original está intacto después de 127 años de servicio.
Los negocios pequeños pueden aprender una lección de este gigante de la industria en bebidas. Al iniciar el proceso de branding, puede ser tentador adherir más variables de las que se necesitan. Pero el logo no requiere seis colores diferentes y no precisa tener seis elementos gráficos individuales para representar las diferentes armas del negocio.
Tener elementos simples y limpios hace más probable que éstos sean reconocidos y recordados por los clientes, por lo que evita complicar excesivamente los elementos de marca de la empresa.
4. Caer en una trampa vaga de branding
No hay que ir en dirección opuesta y crear directrices de marca y elementos que no revelen nada de la compañía y propuesta de valores.
Daniel Burnstein, director editorial de contenido para Meclabs, llama a este tipo de branding flojo «redacción de fondo de pantalla» o el uso de algo vago y absurdo que se ha repetido tantas veces que ha perdido todo significado.
Así que ¿cuál es la solución? Lenguaje claro, logotipos e imaginación.
5. «Engañar» las directrices de la marca
Creadas las guías de la marca e implementadas a lo largo del material de marketing de la compañía y propiedades online, sería genial usar menos colores fuera de la paleta que se especificasron en el documentación de branding.
Hay que tener en mente que cada vez que se deriven las directrices establecidas, se diluye un poco su poder.
6. No vigilar el uso de la marca.
Hacer e implementar las guías de la marca de un pequeño negocio es solamente la mitad de la batalla.
Hay que ser, además, proactivo al monitorear, teniendo claro dónde y cómo otros están usando los elementos de marca.
Si no, la competencia puede crear un logo que luzca familiar, un sitio de Internet de reseñas usándolo o el socio de la publicación de un anuncio que lo ofrece, pero con los colores equivocados.
7. El pobre despliegue de los cambios de marca
No tiene nada de malo el rebranding. A menos que el enfoque que sea pobre los clientes.
Por lo tanto es importante hacer cambios solamente cuando los beneficios sobrepasan los riesgos de perder un negocio. Si decides hacer alguna alteración, debes educar a tus seguidores en los cambios que estás haciendo.
Mientras que el branding es ciertamente una disciplina, no necesita ser tan complicada. Tener buenas intenciones -y evitar los errores descritos arriba- te ayudarán mucho en su negocio y a tener conexiones vitales con su cliente objetivo.
Fuente: iProfesional