El 19 de abril se llevó a cabo en el Campus Nuestra Señora del Pilar de la Universidad del Salvador la primera jornada del IX Congreso de Educación. Durante la tarde, dio apertura a las conferencias la Licenciada en Psicopedagogía Silvia Renata Figiacone PhD, quien brindó dos conferencias. La primera de ellas fue titulada “Educación y Emoción: Regulación Emocional, Aprendizaje y Emociones Académicas”.
La profesional hizo hincapié en la importancia del docente en los procesos de aprendizaje. El secreto del aula está en la relación que hay entre el docente y sus alumnos. Es esta la variable más significativa.
La especialista aseguró que habla de “relación” en el sentido de conducir a cada niño a su mayor capacidad y felicidad. Para que sea posible, debe integrarse la emoción al momento de educar poniendo el cuerpo en uso. “Un buen docente es aquél que promueve las ganas y el interés de aprender y da lugar a la libertad de expresión. Además, es el que permite activar conocimientos previos”, indicó.
Las buenas relaciones se logran mediante cinco secretos: la disponibilidad (ser receptivo, estar presente, ayudar), la sensibilidad (captar la necesidad del otro), la aceptación, la cooperación (colaborar y no imprimir contenidos) y establecer una comunidad (el colegio debe funcionar como una familia). Cuando los docentes logran un vínculo con sus alumnos, los alumnos no se olvidan jamás de ellos.
A su vez, el maestro debe siempre ponerse en el lugar del estudiante. La emoción debe regularse, sin regulación no se generan buenos resultados, sino que se crea un clima desfavorable. Los alumnos dependen de otros para aprender y deben estar motivados, por eso es esencial la respuesta. Las creencias determinan lo que significa ser uno y otro.
El comportamiento debe ser regulado en primer lugar por la pauta parental y en segundo lugar por el entorno. Dentro del entorno, la escuela ocupa un rol fundamental. La regulación cuenta con cuatro procesos, la regulación emocional, la cognición social, las funciones ejecutivas y la meta cognición.
Aprender es crear conocimiento a través de las experiencias. Esto aumenta la capacidad y cantidad de conocimiento. Las experiencias a la vez brindan autoconfianza, que reflejan el control que uno tiene de sí mismo y comienza a los dos años.
Figiacone abordó dos teorías. La teoría del aprendizaje visible, esto es, dictar contenidos y que los niños noten que están aprendiendo enseñándoles a pensar, razonar con afecto. La dopamina es uno de los lenguajes del cerebro y al activarse provoca felicidad y se adquiere aprendizaje sin esfuerzo. Para que se produzca dopamina basta con mirar a los ojos, sonreír, estimular visualmente, hacerlos sentir seguros, entre otros.
La segunda teoría es la teoría del control y del valor de las emociones académicas. El disfrute y la admiración brindan la posibilidad de aprender, mientras que el aburrimiento, la desesperanza, la envidia y la ansiedad la anulan. No hay que exponer a los niños a la vergüenza sino que hay que transmitirles orgullo. Debe cultivarse el amor a la verdad (encontrar respuestas a todas las preguntas que tengan) y la curiosidad.
A modo de conclusión indicó que «la cognición y la emoción se necesitan mutuamente».