En el marco del Día de la Secretaria, nos detenemos a reflexionar sobre el desempeño laboral de las profesiones que realizan múltiples tareas, como asistentes y secretarias, que tienen mayores tendencias a sufrir estrés y trastornos de ansiedad generalizada, debido a las exigencias laborales de sus jefes. Los especialistas del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA) brindan consejos para poder atravesar determinadas situaciones sin estrés y crear nuevos hábitos que permitan evitarlas.
Aquellos profesionales que trabajan en relación de dependencia y que permanecen frente a una computadora por más de cuatro horas son más propensos a sufrir del síndrome Burnout, un trastorno emocional por estrés causado por el trabajo. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que esta saturación se debe a la sobrecarga de trabajo y responsabilidades, llevarse el trabajo a casa, entre otras.
De acuerdo con los especialistas de CEETA, esta sobrecarga laboral cambia el comportamiento y el estado de ánimo de los profesionales, debido al agotamiento físico y mental. Esta condición se va agravada por las tecnologías que se incorporan a las tareas laborales, ya que permiten estar conectados en cualquier momento, lo cual impide que el trabajo quede en las oficinas, sino que se traslade a los hogares, a las actividades fuera de la oficina como ir al banco o visitar proveedores o clientes, e incluso fuera de la jornada laboral.
La Lic. Gabriela Martínez Castro, Directora de CEETA, menciona que esta conexión ilimitada “aumenta mucho la dificultad de descansar adecuadamente, hace que descansemos menos horas por día, ya que estamos conectados hasta el mismo momento que nos vamos a dormir y lo primero que hacemos en general al levantarnos es chequear el celular o bien durante el desayuno. Como resultado, se condiciona la eficacia en nuestras obligaciones del día siguiente y, a su vez, disminuye la atención, la concentración y la memoria. Aumenta la irritabilidad y los síntomas de ansiedad, lo cual va a en detrimento de nuestra calidad de vida”.
Los smartphones son un claro ejemplo de las nuevas tecnologías que se utilizan para trabajar, que obligan a los profesionales a estar pendiente en todo momentos de los mensajes y tareas que reciben de sus jefes o clientes. “La desconexión del trabajo en horarios no laborales es bastante sencilla, simplemente hay que ponerla en práctica y hacer el hábito. No contestar, fuera del horario de trabajo, las cuestiones que tengan que ver con nuestras obligaciones laborales, académicas o de otro tipo. Y dejar estas respuestas pendientes para momentos dentro del horario de trabajo. Es importante establecer los momentos para no chequear el celular, como por ejemplo durante el desayuno o durante el almuerzo y después de la cena. Esto es lo ideal, y se puede hacer perfectamente, simplemente es una cuestión de actitud; hay que proponérselo y generar el habito”, aconseja la licenciada.
Respecto a la condición de que el secretariado es una de las profesiones con altos grados de estrés, Martínez Castro indica que “esto se debe en parte a que en su labor diaria, las secretarias conviven con muchas presiones laborales y tienen que cumplir con ciertas órdenes y exigencias, que reciben de sus jefes”. Además, agrega que debido a la situación económica actual, puede suceder que tengan que ocuparse de una gran cantidad de tareas, en un tiempo determinado y deban asumir roles que antes no les correspondían o estaban en manos de otros empleados.
Respecto al multitasking, entendido como la capacidad de hacer muchas cosas al mismo tiempo, menciona que éste habilita un gran margen de error, ya que la atención dividida entre muchas cosas permite cometer errores fácilmente, lo cual genera estrés y frustración. “Este tipo de actividades aumenta el nerviosismo y la ansiedad, y disminuye casi matemáticamente, la atención, concentración y memoria, ya que no profundizamos en cada uno de los temas y a su vez estamos en todos al mismo tiempo”, añade.
El Home Office, una solución posible
La modalidad de home office es una buena opción para descomprimir las tensiones de la oficina. Se basa en la flexibilidad de las empresas a la hora de establecer horarios y determinar los espacios de trabajo, que permite realizar las tareas desde cualquier lugar, ya sea el hogar o una cafetería. Esta incorporación brinda beneficios para los empleados y está demostrado que favorece la productividad de las empresas, ya que los profesionales están más relajados trabajando en un lugar distinto al de todos los días.
Para aquellos que deben encargarse de la familia, esta modalidad puede permitirles organizar los tiempos para realizar las actividades laborales y también hacer algunas tareas del hogar o cuidado de los hijos. Por otro lado, también permite reducir gastos en el trasporte y gastronomía. De esta forma, aumenta la satisfacción de los profesionales y permite que reducir la saturación y el estrés laboral, ya que poder trabajar en un ambiente agradable y tranquilo facilita la realización de las tareas, lejos de los ambientes desmotivadores y las preocupaciones de la oficina.
Pero esta modalidad no es para cualquiera, ya que hay algunas personas que se desconcentran mucho con el silencio y en su casa y distorsiona la capacidad de concentración en la tarea, porque esta mezclado el hecho de estar relajados en casa y las obligaciones laborales. “Muchos familiares o parejas suponen que por estar haciendo home office la persona no está trabajando, piden favores o interrumpen la tarea y se hace más difícil”, indica Martínez Castro.
“Sin embargo, ayuda mucho para personas que tienen dificultades para poder movilizarse, como es en el caso de aquellos que sufren de trastornos de pánico, que les cuesta mucho poder moverse solos a sus lugares de trabajo por temor a manejar o por temor a movilizarse en transportes públicos”, continúa.
Algunas de las recomendaciones que propone Gabriela Martínez Castro para reducir el estrés en los puestos de trabajo incluyen:
*Delegar tareas, que sirve para establecer ciertos límites y no tratar de controlar todo y no sobrecargarse de responsabilidades
*Buscar un equilibrio entre las obligaciones y el ocio para no llevar a los hogares el estrés y tareas laborales
*Utilizar una agenda para programar las actividades y organizar de la mejor manera las tareas y evitar la acumulación y el estrés que eso genera.
*Establecer prioridades de las tareas
*Intentar de desconectarse de los vínculos con compañeros de trabajos y jefes cuando termina la jornada.
Los picos de estrés laborales afectan preferentemente a los profesionales, quienes se esfuerzan desmedidamente y de forma sostenida en el tiempo, lo cual origina grandes riesgos de contraer enfermedades, afectando su rendimiento laboral y su calidad de vida.
Los especialistas de CEETA recomiendan terapias de relajación, meditación y terapia física con el objetivo de relajar la tensión muscular. Buscar realizar actividades de entretenimiento para lograr dispersar la mente y desconectarse del trabajo. Y en ciertos casos, consultar con un profesional para reducir la ansiedad y el estrés, mejorar la calidad de vida y adquirir hábitos laborales saludables.
El Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA) tiene su sede central en 46 Plaza, Edificio Agora 3, 1º piso oficina 109 (Ramal Pilar Km 46). Teléfono: 0230-4667175 o al 011-4788-6245 / www.ceeta.org También tiene sedes en Parque Patricios, Barrio Norte, Belgrano, San Isidro, Morón, Lomas de Zamora, Avellaneda y Quilmes, entre otras. En facebook, la fan page es https://www.facebook.com/ansiedad.ceeta Consultas por WHATSAPP: +54 9 11 4402 7733
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Contactos de Prensa
Virginia Rodríguez Herrera – Asistente de Cuentas Directo: 0230-4664772 |
Lic. María Fernanda Ipata – Directora |
Gabriela Martínez Castro es Licenciada en Psicología egresada de la Universidad de Belgrano en 1991. Máster en Psicología Clínica en México.
Post-grado en Trastornos de Ansiedad de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad. Psicoterapeuta Cognitiva-Conductual, orientada al trabajo con Trastornos de Ansiedad y Trastornos de la Personalidad.
Formación en Terapia Cognitivo Conductual de Tercera Ola en la Fundación Favaloro.
Ex coordinadora docente de la cátedra de Psicología General en la Universidad de Belgrano. Ex coordinadora del Departamento de Psicodiagnóstico del Hospital Francés, área de Consultorios Externos.
Miembro de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad.
Directora de CEETA (Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad)
Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA) – Edificio Concord-Sector los Almendros-piso segundo Oficina 202. Km 50 de la ruta Panamericana ramal Pilar. Teléfono: 02322-667175 ó al Celular 15-4416-1578 www.ceeta.org
Acerca de Lic. María Cecilia Palozzo
Licenciada en Psicología, egresada de la Facultad de Psicología y Psicopedagogía de la Universidad del Salvador.
Se especializó en Terapia Medica Familiar en la Universidad Nova Southeastern en Ft. Lauderdale, USA.
Realizó cursos de post-grado en Clinical Psychology, Abnormal Psychology, Psychofarmacology of Drug & Alcohol Abuse y Psychophysiology en la Universidad de Harvard, Extensión School, Boston, USA.
Egresada del Curso Anual de Post-grado en Trastornos de Ansiedad de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad.
Orientada al tratamiento psicoterapéutico del paciente con Enfermedades ó condiciones médicas crónicas.
Acerca de la Terapia Cognitivo Conductual de Tercera Ola o Tercera Generación
Se trata de una innovadora terapia cognitivo conductual, que a diferencia de otras terapias, se aboca a modificar comportamientos y pensamientos. Está orientada hacia el presente, se investiga el funcionamiento actual. El énfasis de la TCC está puesto más en el “Qué tengo que hacer para cambiar” que en el “Por qué”. Muchas veces, el explorar expresamente y conocer cuáles son los motivos de lo que nos ocurre no alcanza a brindar una solución y no es suficiente para producir un cambio.
Es una psicoterapia basada en la evidencia y con un basamento científico y 100% comprobado. Los resultados se ven en el cortísimo plazo. El paciente tiene un papel activo, con tareas para realizar dentro y fuera de la sesión a través de la aplicación de las herramientas que se le brindan.
La terapia cognitiva conductual de tercera ola o tercera generación cuenta con numerosos aportes validados científicamente en los últimos años. Son las denominadas Terapias de Tercera Generación o Contextuales.
Son modelos de intervención que ponen su foco de atención en el contexto y la función de nuestros eventos privados como ser los pensamientos, emociones, sensaciones en lugar de su contenido, frecuencia o duración. La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), uno de los nuevos modelos de tratamiento que ofrecen las terapias contextuales, es uno de los mas reconocidos con evidencia empírica. El objetivo de la misma es lograr flexibilidad psicológica ante las situaciones difíciles de la vida y ante el sufrimiento, entender que nuestra vida es significativa y valiosa aun cuando sufrimos.
Utiliza diferentes técnicas como Mindfulness y ejercicios experienciales entre otros.
Se pueden medir los progresos obtenidos desde la primera sesión, se administran cuestionarios y planillas en los que se evalúan los síntomas específicos, en su frecuencia, duración, intensidad y características. Esta medición es repetida periódicamente hasta la sesión final, para tener una idea del cambio obtenido. La relación terapeuta-paciente es de colaboración y activa. Paciente y terapeuta se comprometen a trabajar con un objetivo común. Los pacientes pueden aportar sugerencias y participar en el diseño de las tareas para el hogar.
En muchos casos, se utiliza la biblioterapia, que consiste en que el terapeuta recomiende o facilite libros, folletos o apuntes acerca del problema para que el paciente se informe de lo que le sucede. Tiende a fomentar la independencia del paciente. Está centrada en los síntomas y su resolución. Se definen objetivos concretos a lograr. La meta de la TCC es eliminar, o al menos reducir los síntomas, y postula que si desaparecen, por ejemplo, los síntomas de pánico, inmediatamente también va a haber una mejoría en otras áreas, sin que aparezcan otros síntomas que los reemplacen. Pone énfasis en el cambio. Se le solicita al paciente practicar nuevas conductas y cogniciones en las sesiones, y generalizarlas afuera como parte de la tarea. Desafia la posición del paciente, sus conductas y sus creencias. Se centra en la resolución de problemas. Utiliza planes de tratamiento. Generalmente, la terapia utiliza planes específicos de tratamiento para cada problema, no utilizando un formato “único” para las diversas consultas. Propone una continuidad temática entre las sesiones. Es decir, más que simplemente decir que funciona, esta comprobado que funciona.
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