Ya comienza el año escolar. Es buen momento para prepararnos y preparar a nuestros hijos para el inicio de las clases y el transitar seguro por todo el ciclo lectivo. Por tal motivo, las especialistas de Momento Cero (www.momentocero.com.ar), institución dedicada a favorecer el crecimiento de niños emocionalmente estables, elaboraron el siguiente informe.
La importancia de las rutinas
La Lic. Adriana López (Matrícula Profesional: 23.655), de Momento Cero, indica que es bueno que «volvamos de a poco a establecer las rutinas, los horarios de dormir, la comida, el baño, etc., que fueron flexibilizadas durante las vacaciones. Las rutinas implican hacer las cosas de todos los días más o menos de la misma manera, y en los mismos horarios. Estas ayudan a los niños a organizarse, a regular su día. Les otorga confianza y seguridad ya que al saber qué va a pasar, pueden anticiparse y prepararse para lo que viene. Las rutinas evitan ansiedades y angustias en los niños».
«Es positivo en estos días, sobretodo para los que empiezan una etapa nueva, (comienzo del jardín, primer grado) hablar con ellos de la escuela, preguntar sobre lo que sienten, ver si hay temores, o fantasías por lo nuevo que viene. A veces los niños que empiezan primer grado están muy asustados, generalmente cambian de edificio, e incluso de compañeros, los grandes les hacen comentarios sobre la nueva etapa que los carga de ansiedades y temores», continúa la licenciada, responsable de la institución que también brinda el servicio de consultoría para tratar este y otros temas que aparecen en la infancia de nuestros hijos (consultas a contacto@momentocero.com.ar) .
«Estemos atentos a lo que sienten nuestros hijos, hay algunos que están deseosos de empezar y otros que quieren seguir de vacaciones, aceptemos estos sentimientos sin descalificarlos, tanto si quieren como si no. Cuando empiecen veamos que estén cómodos y a nivel con lo que la maestra enseña. Cada niño tiene áreas en las que se siente fuerte y seguro, que domina mejor y otras en las que no, en las que será necesario estimular y ayudar. Ayudar no significa hacerlo uno, o evitar que se esfuerce para lograr sortear el obstáculo. Ayudar es alentar a que persevere, explorar junto con él las dificultades, darle herramientas», afirma López.
La importancia de «hacerse responsables»
A la vez que agrega que «busquemos con ellos los útiles que necesitarán llevar la primer semana de clases. Dependiendo de la edad del pequeño la mochila la preparamos juntos o ellos solos. Muchos papás están muy preocupados con el inicio de las clases porque deben lidiar con los niños que no se hacen responsables de sus tareas escolares. Muchas veces es porque los papás son quienes se hacen cargo de las mismas, los niños han delegado en ellos actividades que les son propias. Es importante enseñarles a hacerse responsable de su aprendizaje desde el inicio. No esperemos a que esté en el secundario para pedirles que sean responsables de sus estudios No olvidemos que cuanto más nos preocupamos nosotros menos lo hacen ellos».
¿Cómo los ayudamos a hacerse responsables?
Respecto de cómo favorecer la responsabilidad en los más pequeños, la Lic. Adriana López declara que «primero entendamos que: la tarea es de ellos, si cuando llegan del colegio somos nosotros quienes vamos y abrimos la mochila, miramos los cuadernos para ver qué actividades tienen que realizar o qué deben llevar; ellos rápidamente delegarán en nosotros la responsabilidad de la tarea y de los útiles que necesitarán llevar al día siguiente. Así, luego, aparecerán los reclamos: “no me pusiste el mapa, o las plastilinas en la mochila y me pusieron una mala nota”; o “me fue mal en la prueba porque no me hiciste estudiar”. Por eso cuando llegan del colegio ellos deben ser quienes abran la mochila y vean qué es lo que tienen que hacer».
Al principio cuando son chiquitos lo harán junto con los padres, luego delante de ellos e irán alejándose más a medida que pasan los años, hasta el momento que puedan hacerlo solos. De a poco adquirirán el hábito, ya se habrán independizado y estarán listos para hacerse responsable de su estudio.
Como recomendación, López dice que «dejemos que traigan incompleto, que se equivoquen, que traigan notas por no estudiar o traer el material, así se harán conscientes que la tarea no se hace sola y que no es obligación de los papás. Los más chiquitos necesitarán más apoyo, sostén, una mirada atenta e interesada, tal vez estar junto a ellos para hacer la tarea. Pero no debemos estar para criticarlos u observando lo que hacen mal. Los papás no estamos para corregir, o exigir que la tarea se realice bien, para eso está la maestra, nosotros estamos para que se haga. Si estamos permanentemente encima, tratando que esté prolijo, bien hecho, subrayado, pintado; los niños comenzarán a huir de nosotros al momento de hacer la tarea, nos dirán que no tienen nada y/o tardarán años en hacerla. Por qué? Porque hacer la tarea con ellos es un castigo ya que mamá o papá no se quedan tranquilos hasta que todo esté perfecto. Y esto es agotador para cualquiera!», finaliza.
Recuerden al colegio se va con una mochila, los padres deciden quién la lleva!