POR ADRIANA LOPEZ / PARA CLARÍN BUENA VIDA
Antes de los 5 años, ellos están centrados en sí mismos y no tienen la madurez suficiente para comprender que esas cosas no se hacen. Cómo reaccionar y en qué casos preocuparse.
A los padres generalmente les preocupa cuando los niños mienten o roban. Sin embargo, lo que puede ser interpretado por el adulto como una mentira o un robo no necesariamente tiene esa connotación para un niño pequeño menor de cinco años.
Es frecuente escuchar a los padres comentar que su hijo se trajo un juguete del amiguito a su casa. O trae cosas del jardín diciendo que son suyas. También, si tira un objeto que se rompe delante nuestro, culpa a su hermana o dice que él no fue.
Las mentiras se relacionan con el criterio de realidad y los robos, con el sentido de propiedad. Antes de los 5 años, los niños no tienen suficiente madurez emocional para comprender ambos conceptos, que se van desarrollando durante los primeros años. En esta etapa, se encuentran más centrados en sí mismos. “Si algo me gusta o lo quiero, es mío”.” Si hice algo por lo que mamá y papá me retan, o sea que me trae problemas, yo no lo hice”.
Hasta los cuatro o cinco años, como no tienen internalizado lo que es bueno y lo que es malo, no roban porque no tienen clara idea de propiedad y no mienten porque tampoco diferencian completamente fantasía de realidad. Las mentiras pueden ser expresiones de deseos.
Recién alrededor de los 5 años, con la aparición del superyo, los niños pueden comenzar a renunciar a lo que desean y a reconocer las leyes y los límites del mundo real. De todas formas, les lleva uno o dos años más conformar completamente la noción de propiedad, el criterio de realidad, y la fortaleza yoica suficiente para renunciar a los deseos de mentir y robar.
Como papás, es importante comprender esta conductaen los hijos para evitar enojarnos, reaccionar exageradamente, juzgar o poner calificativos tales como sos malo, mentiroso, o ladrón. Por el contrario, es necesario entender su deseo, enseñarles a comprender que el objeto es de otro, que hay que devolverlo o arreglarlo.
En los niños pequeños, la mentira puede satisfacer una necesidad de fantasía y pueden divertirse mucho contando historias fabulosas que son fantasías verbalizadas y que satisfacen su necesidad de atención.
En chicos más grandes, que ya distinguen la realidad, las mentiras pueden ser para evitar un reto, para no defraudar a sus padres o por interés. La mentira le permite obtener algo o evitar algo; incluso para llevarse mejor y no provocar conflictos.
En todos estos casos y si la conducta ha sido ocasional, es necesario reaccionar y hablar con ellos respecto al valor de la verdad y la honestidad. Preguntar los motivos por los cuales mintió o robó. Enseñarle las consecuencias de sus actos y el motivo por el cual está mal hacerlo.
Para ocuparse
Cuando el robo y las mentiras se producen en niños mayores y de manera reiterada, están indicando la existencia de una carencia afectiva. Muestra que existe en él la sensación que algo del afecto, del reconocimiento y la atención que necesita no se le diio o le fue quitado. En este caso, este comportamiento requiere que los padres se ocupen especialmente buscando ayuda de un profesional
En síntesis, depende de la edad, la intencionalidad y la conciencia que el niño tenga de sus conductas, así como de la frecuencia, para que podamos interpretar las mentiras y los robos como una conducta propia de la infancia, una llamada de atención o un problema grave que requiere la atención de un profesional.
Adriana López es licencia en Psicología y co-fundadora de Momento Cero, entidad dedicada a acompañar en maternidad y crianza;www.momentocero.com.ar
FUENTE: http://www.clarin.com/buena-vida/tendencias/mentiras-robos-chicos_0_1016898680.html